Buenos días a todos,
Les paso a contar mis impresiones después de darle un tiempo a mi nueva Black Mamba.
Lo primero que note al tenerla en la mano y como diferencia de la 2017 es que el acabado es un poco más mate. A nivel diseño sigue manteniendo un alto standard. La nueva rugosidad en los planos, a mi parecer, no le aporta nada más que a nivel estético.
Antes de entrar en mis impresiones en acción, les comento que ambas palas que le compre al amigo Tony tienen el mismo peso 363 gramos.
En cuanto al juego mi primera impresión con respecto a su predecesora fue un leve endurecimiento en los planos. En la 2017 sentia que la bola entraba en el plano de la pala y esta la siento mucho más firme. El tacto se volvió un poco más seco. Similar a la yarara 2017 pero con muchisimo más control. Este tacto más duro lo siente un poco el codo por el momento. Voy a seguir usandola y ampliaré.
El control de bola sigue siendo la estrella y la marca registrada de la Mamba 2018. Es muy facil dirigir la bola y ubicarla aun cuando forzamos o tiramos bolas rápidas.
En cuanto a los efectos, no veo que los nuevos relieves ayuden a imprimirle más. Es exactamente lo mismo que tener la cara totalmente plana, a mi parecer. Diferente es el relieve que tiene la adidas de Ale Galán o la rugosidad de la Vextex que si ves como sale la bola.
En defensa, creo que la 2017 ayudaba un poco más a la hora de pasar la bola o bloquear por ser un poco más blanda pero también quitaba un poco de sensibilidad a la hora de tirar globos. Igualmente sigue siendo una muy buena pala a la hora de defender y los globos los puedo controlar mejor.
En la volea la pala se comporta muy bien. La salida de bola no es nada del otro mundo pero, sin ser una pala de potencia, se puede apretar sin tomar tantos riesgos. En el peso que tengo la pala (363g + dos over) es normal que le tenga que poner un poco más de peso con el brazo pero yo siempre me sentí más cómodo con palas livianas.
En cuando a la bandeja se comporta perfecto. El tacto seco ayuda a colocar la bola a placer. Cuando apuro la bola salen unas viboras espectaculares. La pala me genera una confianza para hacer este tipo de golpes que no me pasa casi con ninguna otra pala. Si estoy bien afirmado, no importa mucho donde esté parado, se que puedo apretar con una vibora con mucho efecto.
En el smash y con ese peso, es una pala que no le sobra nada. Con buena técnica se puede sacar por 3 y se puede traer del otro lado perfectamente pero diría que no es una pala para alguién que busque pegarle a todo lo que vuela.
Por último, les comento que aun no apareció sonrisa en la pala como si me pasó en la 2017. A los 4 o 5 partidos ya había aparecido una sonrisa y la pala se termino partiendo en el centro pegando un smash despues de pasado el año. La 2018 parece un poco más dura en ese sentido pero veremos como sigue con el uso (no quiero llamar a la desgracia).
Espero les sirva!
Debajo adjunto fotos desde el celular ya que semejante walltext no quería escribirlo en el telefono.
Saludos!