1 -Quema calorías. Un partido puede llegar a quemar entre 400 y 700 kilocalorías, dependiendo de si es hombre o mujer y de la intensidad con la que se practique. La acumulación de movimientos cortos e intensos convierten al pádel en un deporte aeróbico o de resistencia, lo que ayuda a quemar grasas.
2 -Tonifica glúteos. Y es que tres series de 12 sentadillas en el gimnasio pueden equivaler a 20 salidas de parejas bajas en semiflexión.
3 -Incrementa el tono muscular. El pádel “obliga” a que sean la velocidad, la coordinación y la potencia las cualidades físicas más trabajadas y necesarias para su practica. Con la intensidad se aumenta el gasto energético y, sobre todo, el tono muscular, definiéndose más el contorno del mismo.
4 -Moldea gemelos. Esta musculatura se trabaja mucho en el pádel por el número de arranques que se hacen hacia delante y hacia atrás, además de mantener en muchas ocasiones el peso en las puntas de los pies.
5 -Mejora la agilidad. Con la práctica del pádel no solo tonificamos el cuerpo sino que mejoramos la coordinación de movimientos, esto es, nuestra agilidad y reflejos.
Pues ya lo sabéis, a practicar pádel a topeeeeeeeee