Por desgracia, las lesiones están a la orden del día en todos los deportes y en el pádel sucede exactamente lo mismo.

La falta de tono muscular adecuado, la no realización de un correcto calentamiento, el cansancio, un equipamiento no adecuado son muchas las causas que se marcan como probables para la aparición de lesiones. Seguramente todas ellas influyan, por lo que conviene tenerlas en cuenta.

Por todo ello hemos creído importante recopilar en esta sección los mejores consejos para evitar lesiones, le recomendamos que los lea con atención y los tenga muy en cuenta.

EL EQUIPO
Contar con un equipo adecuado a nuestras características es mucho más importante de lo que se cree a la hora de evitar lesiones.

Una pala de demasiado peso puede terminar por cargar la muñeca, una ropa no adecuada puede provocar que realicemos movimientos bruscos o indebidos, unas zapatillas que no se nos ajustan pueden lesionarnos los tobillos son muchos los ejemplos que podemos poner.
Como recomendación básica para sus tobillos, sepa que las zapatillas de deporte necesitan un buen soporte.

De cualquier forma le recomendamos que para adquirir su equipo se ponga siempre en manos expertas que sepan aconsejarle sobre las decisiones a tomar. Aunque, por supuesto y como suele decirse, “la experiencia es un grado”.

EL NECESARIO CALENTAMIENTO
En cualquier deporte el precalentamiento es un paso fundamental para conseguir que el cuerpo se adapte al ejercicio físico.

Durante un partido de pádel estaremos obligando a trabajar a la mayoría de nuestros músculos, realizando en ocasiones movimientos bruscos y rápidos que exigen, además, una cierta tensión. Por ello, si pretendemos evitar las posibles lesiones o dolores musculares, será fundamental que realicemos previamente un calentamiento que ponga todo nuestro cuerpo a tono.
Efectivamente, este calentamiento nos servirá para elevar la temperatura corporal y de los músculos, lo que a su vez promueve el aumento en la cantidad de sangre y de oxígeno que llega a los mismos. Debemos ser conscientes de que un ejercicio repentino y esforzado se puede vincular con un flujo sanguíneo inadecuado hacia el corazón, con el riesgo que esto siempre supone.

Una serie de ejercicios previos nos ayudarán no sólo a preparar nuestro cuerpo para el ejercicio, sino también nuestra mente, que estará sintonizada con el juego antes de hacer el primer saque.

Por todo ello, el calentamiento debe ser considerado como prácticamente una parte más del juego; un paso previo que no tiene por qué ocuparnos más de veinte minutos y con el que sin duda nuestro cuerpo y nuestro juego se verán beneficiados. Establecer una rutina de ejercicios que procuraremos no saltarnos nunca; es siempre la mejor recomendación. Pero si no disponemos de tiempo suficiente, podemos simplemente correr alrededor de la pista durante un rato, sólo hasta empezar a transpirar.

HIDRATACIÓN
Dado que aproximadamente dos tercios de nuestro peso corporal son agua, la pérdida no compensada de líquido merma la capacidad del individuo para realizar cualquier tipo de ejercicio y eso sin duda se nota... ¿en qué? Son muchas las consecuencias que puede tener una falta de correcta hidratación.
Principalmente conviene saber que la deshidratación conlleva cansancio muscular, que en muchas ocasiones puede ser la causa principal de una lesión.

Tome buena nota de este dato: el porcentaje de disminución de la capacidad para realizar un trabajo es diez veces superior al porcentaje que la pérdida de agua suponga en el total del peso del individuo; esto supone que una persona que pierde una cantidad de agua igual a un 1% de su peso, disminuirá su capacidad en un 10%... los números hablan por sí mismos.
Para mantener nuestro equilibrio fisiológico es necesario que nuestro cuerpo esté correctamente hidratado.

De no ser así, además de lo comentado, podremos sufrir consecuencias de diferente índole entre las que debemos destacar:
Dificultades para respirar.

Aumento de la temperatura corporal: la cual puede llevarnos a un episodio de golpe de calor (subida de la temperatura hasta 40º) , cuyas consecuencias pueden ser desastrosas (incluso la muerte si la temperatura sube por encima de los 40º).
Disminución del rendimiento, tal y como hemos comentado.
Aumento del riesgo de lesión.
Aumento de la fatiga.

ATENCIÓN A LAS POSTURAS FORZADAS
En ocasiones el pádel nos obliga a adoptar posturas que pueden resultar “complicadas” para nuestro cuerpo. Forzamos a determinadas partes de nuestra anatomía a realizar movimientos que no son habituales y , si nos pasamos un poco en estos movimientos, podemos terminar por producir alguna lesión de importante gravedad.

Por ejemplo, durante la realización de un smash es habitual que se arquee la espalda mucho más de lo necesario, con lo que estaremos corriendo un importantísimo riesgo con esta zona que, ya de por sí, suele estar bastante tocada en la gran mayoría de los jugadores.
La posición correcta es doblar las rodillas y elevar los tobillos, con lo que conseguimos que el peso de nuestro cuerpo esté casi en equilibrio.

El golpe de revés suele entrañar problemas para muchos jugadores: para evitar terminar generando un temido “codo de tenista”, le recomendamos que intente empezar siempre el golpe de revés desde el hombro, esto reduce la tensión. Los entrenadores más expertos insisten frecuentemente en que, para prevenir el codo de tenista, debe prestarse especial atención a la ejecución correcta del golpe de revés.

También con el objetivo de evitar esta lesión, le recomendamos que doble el brazo en los golpes frontales. Esto facilita el que los bíceps y la espalda hagan la fuerza en el movimiento, en lugar del codo.

Igualmente es muy habitual que paremos y arranquemos el juego de manera brusca, pues bien, hay que evitar este comportamiento en la medida de lo posible, porque puede ser la causa de torceduras de moderada consideración.

CUIDADO CON LAS SUPERFICIES DURAS
En la medida de lo posible, deberá evitar jugar sobre superficies muy duras. Este tipo de pistas suelen provocar lesiones en la parte inferior de la espalda, que se va cargando con los saltos y golpes.
En caso de que no tenga más remedio que practicar en este tipo de pistas, para prevenir estos problemas le recomendamos que preste atención al tipo de zapatillas utilizadas: deberán tener una buena cámara en el tacón, que servirá para absorber los golpes.

TRUCOS Y CONSEJOS
Además de todo lo comentado, no estará de más que tenga en cuenta algunos sencillos trucos que le servirán para evitar lesiones:
Si tiene los tobillos débiles, utilice dos calcetines o una tobillera y unos calcetines.
Para evitar las ampollas en las manos, seque bien el mango de la pala y eche sobre él polvos de talco o serrín.

Descanse, sabemos que el pádel puede llegar a ser realmente adictivo, pero debe saber que si sobreentrena lo más normal es que termine por provocarse una fascitis plantar.
No estará de más llevar siempre en la mochila un pequeño botiquín de primeros auxilios, en el que llevaremos por lo menos gasas, vendas (que nos permitan hacer un vendaje de urgencia en caso de necesidad) y antisépticos.

Fuente: A-alvarez

Y cuanto mayores somos peor  :'(  :'(  :'(

Habra que ponerlo en practica.