Seguimos repitiendo esa pachanga un tiempo y alternábamos contra otros conocidos que también le daban al padel. Mi compi venia del tenis (había jugado hasta los 10 años o así, luego ya no, muy esporádicamente) así que tenia muchos gestos técnicos de este deporte. Las derechas, las voleas, o remates, por lo menos se defendía muy bien, luego ya con las paredes pues era otro cantar, estaba tan perdido como yo. Poco a poco íbamos subiendo un poco mas a la red, te empezaba a gustar cada vez mas volear, no perder la red y esas cosas..
Total que después de un tiempo nos apuntamos a un torneo. En la categoría más baja que había. Eramos ( y somos por supuesto) muy competitivos y eso nos llevo a precipitarnos y a creernos los reyes del mambo, cosa que ni nos acercábamos, ni por asomo. Pensábamos (con todo el respeto del mundo) que dos señores rechonchos no tendrían nada que hacer con nosotros y que sería un paseo. Jajaj nada mas lejos de la realidad. El paseo fue para ellos que nos bajaron a la tierra rápidamente. Después del partido nos dieron un consejo, y nos dijeron que a esto no ganaba el que mas corría, sino el que mas pensaba y el que mas PACIENCIA tenía. No se me olvidará nunca mis primeros rivales en mi primer torneo (Ahora los vemos por torneos alguna vez, y nos damos cuenta de nuestra progresión, ellos se quedaron ahí, y nosotros seguimos progresando día a día).
En ese torneo te garantizaban dos partidos, así que jugamos el segundo partido, pero ya no era lo mismo, no nos podíamos clasificar a ningún lado. Aun así ganamos, porque uno de los componentes de la otra pareja era muy flojo, incluso mas que nosotros. El partido fue fácil, pero la moral nos la bajaron horas antes en el otro partido.
Lo que aprendí en mi primer torneo, por encima de todas las cosas es que hay que ser humilde ante todo.
Continuará...