Vibor-a Black Mamba, 372 gr.
Akkeron Oro, 375 gr.
Mucho se ha hablado sobre la similitud/equivalencia de las Akkeron de este año con las Vibor-a. Unos dicen que la si la Oro se correspondería con la Yarara y la Plata con la Black Mamba; otros dicen que la Oro y la Plata son, salvando la diferencia de forma entre una y otra, similares a la Yarara.
No he probado una Yarara pero sí tengo la Black Mamba y puedo decir que, para mí, la Oro y la Black Mamba no dan idénticas sensaciones.
DÍA 1 – Clase/entrenamiento: Voleas, bandejas y bajadas de pared.
La primera toma de contacto es “rara”. Será por la forma, será por el balance o será por el puente cerrado de la Akkeron pero la sensación primera es “Dios, qué es esto”.
Lo primero que me llama la atención es la diferencia de sonido en el golpeo de la bola con respecto a la Vibor-a. La Akkeron es mucho más “tambor”, muy del tipo de la RP21.
El peloteo desde el fondo de pista se va haciendo cada vez un poco más fácil una vez pasados los primeros minutos. La bola sale tensa sin gran esfuerzo.
Ya en la red, la volea es ……… sencillamente espectacular. Con poquito armado y echando el peso adelante la bola sale con mucha velocidad pero controlada, y sobre todo con enorme peso lo que hace que al contrario le resulte muy difícil su devolución. Realmente un arma letal. Quizás la Black Mamba sea más dinámica en el movimiento rápido pero no es tan contundente con el mismo esfuerzo. Así que gana la Oro sobre la Black Mamba.
A media pista las bandejas salen muy fáciles y profundas. Para los que como yo este golpe es nuestro talón de Aquiles, la Black Mamba es excelente pero la Oro te da un pequeño plus en esas bandejas forzadas y/o cercanas a la línea de saque y que siempre se nos caen a la red o se nos quedan cortas y blanditas.
En el fondo de pista las bajadas de pared se hacen con gran precisión, fuerza y facilidad tanto con la Black Mamba como con la Oro. Aquí no hay ganadora ni perdedora ya que ambas son muy buenas.
No practicamos más golpes así que seguiré el análisis después de algún partido o entrenamiento más.
Día 2 – Partido (no competición).
Sigo con las sensaciones “raras”.
Los restos planos salen con solo poner la pala, pero los globos se hacen complicados. Nada que ver con la Vibor-a. Es una pala exigente en este golpe; si no lo ejecutas bien, acabando el golpe bien arriba, las bolas se quedan cortas. No me gusta.
El remate es magnífico en cuanto a los resultados pero una tanto “incómodo” en cuanto a su ejecución. Las bolas las traes a tu campo o las sacas por 3 ó por 4 sin necesidad de imprimirle excesiva velocidad o fuerza. En resultados (distancia a la que te traes la bola o altura que coge) supera en algo a la Black Mamba. Pero no resulta una pala ágil por lo que en el movimiento de remate tengo la sensación que cuesta más mover la pala, todo lo contrario que con la Black Mamba. Por lo tanto, atendiendo a estas dos circunstancias, me gusta más la Vibor-a.
En bolas cortas, chiquitas o dejadas no le he llegado a coger el punto en ningún momento. Especialmente en las dejadas no he conseguido hacer ninguna medianamente bien.
En conclusión, durante todo el partido (1 hora) he sentido que llevaba el brazo lastrado. Que los movimientos los realizaba con mayor lentitud y esfuerzo, terminando con el brazo muy cargado (a pesar de que no habré hecho más de 6 u 8 remates).
La siguiente hora de partido he jugado con la Vibor-a y todo ha cambiado, especialmente la sensación de seguridad en la ejecución de todos los golpes.
No dudo que los materiales usados por Akkeron y Víbor-a sean los mismos y en las mismas proporciones, pero no tengo dudas que en la pista son dos palas diferentes.
En mi caso buscaba la hermana melliza de la Yarara (mismos resultados pero a menor precio) y no la he encontrado en la Oro. Esto no quita para decir que es una buena pala, pero no es para mí.