Seguramente que nos ha tocado algún día de aquellos....  en los que sale todo mal desde que nos despertamos, y muy probablemente que eso también nos ha ocurrido dentro de una pista de pádel, no es así?

Un jugador inteligente se verá por la rapidez con que percibe esto e intenta resolver el problema. Es común ver como algunos, ante esta situación, entregan fácilmente el juego, regalándoselo al rival.

Para ser un buen jugador debemos luchar hasta el final, inclusive en esas jornadas y aunque el resultado no sea el esperado. A continuación enumero unos consejos que pueden servir a quienes opten por disputar el juego hasta el último momento:

• Jugar sin arriesgar y a una velocidad menor.

• Prevenir al compañero de que se tiene un mal día.

• Intentar jugar bastante por la paralela, para repartir más juego al compañero.

• Dirigir las bolas un poco más lejos de las paredes.

• Jugar la pelota más alta por encima de la red.

• No demostrar nerviosismo o falta de confianza.

• Aprovechar al máximo los cambios de lado para conversar con la pareja.

Teniendo mucha paciencia y evitando las jugadas difíciles es como demostraremos a nuestro compañero que estamos intentando hacerlo lo mejor posible.

De cualquier manera, lo más importante para un deportista es que sepa, tras finalizar el juego, que dio todo lo que tenía en la pista, a pesar del resultado.

Fuente: Máximo Castellote