• Una buena hidratación es fundamental para mejorar el rendimiento físico. No hay que esperar a tener sed, porque ésta no aparece hasta que se ha perdido un 1 ó 2% del agua corporal, cuando el rendimiento ya ha comenzado a disminuir.
• Lo ideal es tomar la bebida fresca pero no fría (10-15º C), antes, durante y
después del ejercicio y en sorbos de 100-150 ml.
• A mayor sudoración, más agua y sales minerales hay que reponer.
• Evitemos tomar bebidas con cafeína antes del ejercicio: tienen efectos diuréticos que pueden acentuar la deshidratación.
• Salvo que la pérdida de sudor sea extraordinaria en la práctica deportiva o
el clima muy caluroso mientras se realiza, es suficiente con beber agua para garantizar una hidratación adecuada.
Fuente: Consumer