Esta es una situación que se suele dar mucho en partidos, en los que juegan de pareja, un jugador de nivel alto con otro de nivel inferior. Lo que suele pasar si no se toma esta situación con cabeza, es que la desesperación que produce no recibir bolas, haga que baje mucho el nivel del mejor jugador.
Las soluciones que se dan en este caso serían:
• Lo primero, es que el jugador débil se dé cuenta de esta situación y quiera pasar el juego al jugador más fuerte.
• Las bolas cruzadas son mucho más cómodas, ya que la pista es más larga y muchos jugadores lo prefieren debido a que se cometen menos errores, por ello, el jugador débil deberá mandar la pelota paralela constantemente para que el rival juegue cruzado, de esa forma recaerá mas el juego sobre el fuerte.
• Otro modo, es que el mejor jugador juegue retrasado, mientras que su compañero juegue mas pegado a la red, lo que provocara que los rivales carguen más el juego hacia el jugador que está retrasado. Si aún así persisten en jugarle a su compañero, las pelotas bajas no deberían complicarle por su cercanía a la red que lo hará más agresivo para volear, si en cambio le juegan globos cortos su compañero puede definir y si son pasados podrán buscarlos ustedes cambiando de lado y manteniendo a su compañero en la red. El jugador retrasado tendrá que mandar siempre bolas cruzadas para que no le busquen la espalda a nuestro compañero, y subir cuando tenga la oportunidad.
• No se debe perder nunca la calma, hay que adaptarse al partido que te ha tocado jugar y jamás pensar que si no fuera por nuestro compañero nos iría mejor, ya que eso nos desmotivara y nos hará tirar la toalla.
Fuente: BlogdeCadiz