Suena un poco raro, ¿verdad? Siempre que hablamos de “mates o remates” y explicamos la posición correcta que debemos de tener para efectuarlo, nunca hablamos de rematar de revés o con la posición del revés.
Lógico, porque los “mates de revés” en sí no existen por definición, no se hacen, y si se hacen es porque no nos hemos colocado bien o porque no nos ha quedado otra alternativa (raro, raro)…. ¿Alguna vez habéis hecho uno? Seguro que a alguno le ha pasado.
Realizar un “mate”, si es que puede llamarse así,”de revés”, no es algo que suele hacer nadie en un partido.
Yo creo que mejor podemos denominarlo “volea alta de revés”, porque seguro que nadie le ha pegado con fuerza y a una buena altura, como cuando pegas un mate de verdad.
Cuándo y porqué podemos llegar a efectuar este “mate” y qué hacer cuando no nos queda más remedio es algo de lo que me gustaría hablaros hoy.
En el caso de una pareja zurda y una diestra colocados en la posición de revés los dos, suele ser más complicado que ocurra, porque los dos están siempre en posición de efectuar un mate de derecha (voy a llamarlo así a partir de ahora en este post para que se entienda, aunque con decir mate valdría, ya que como he dicho antes lo otro no se define como mate), pero en el caso de una combinación de diestros, pasa con algo más de frecuencia.
Voy a usar este último ejemplo para poder explicar mejor lo que ocurre y cuando ocurre.
Cuando los jugadores no están bien colocados en la red y coordinados, en ocasiones, ante una bola alta que se queda en la red, por el centro de la pista (línea de separación de nuestro campo), el de la derecha efectúa el golpe, porque el jugador de la izquierda no está atento o está mal posicionado (¡¡¡¡cosa que está muy mal hecha!!!!).
Al ser el de la derecha y la bola ir al centro (bueno, o incluso exagerando, ir cerca de la zona del jugador de la izquierda) o bien el jugador se desplaza mucho hacia la posición de su compañero para efectuar bien el mate de derecha con una posición correcta, o bien se ve forzado a pegarla de revés.
Para evitar esto, en estos casos, es el jugador de la izquierda el que debe efectuar el remate, avisando a su compañero antes de que se interponga en medio, pero si esto es inevitable, porque el jugador de la izquierda no esté en su sitio, lo suyo es que el jugador de la derecha se eche para atrás y golpee la bola de volea de revés o de “bandeja” o incluso la deje pasar, antes de rematarla.
Los remates de revés suelen ir sin fuerza, ya que la trayectoria que sigue el brazo (forzada) no permite desarrollar mayor potencia, y también, suelen ir altos o votar mucho, ya que típicamente por naturaleza suelen ser remates planos y muy picados.
Esto mismo que he explicado aplicaría al caso de que los dos jugadores sean zurdos.
Mi consejo es que esto no debe de hacerse nunca. La pareja que esté en posición de remate de derecha a de estar siempre atenta para anticiparse y efectuar el mate correctamente. Si no se puede evitar, tratar de volearlo o de hacer una especie de bandeja de revés para recuperar la posición, pero insisto, es mejor que la pegue nuestro compañero y no nosotros.
Fuente: Doblepared