Sugerencias para quienes nunca han empuñado una raqueta.
El pádel se ha convertido de la noche a la mañana en un deporte muy popular. Cada vez se construyen más canchas, tanto en polideportivos como en urbanizaciones nuevas. Además, es un deporte sencillo, que se juega entre cuatro y no requiere un gran esfuerzo físico. Es entretenido y muy sociable. Abundan los torneos tanto en clubes como en urbanizaciones o incluso en Internet. Por tanto, no es de extrañar que a mucha gente le llame la atención y quiera aprender a jugarlo. Los consejos que vienen a continuación quizá ayuden a aquellas personas que nunca han empuñado una raqueta a introducirse en el fascinante mundo del pádel.
No gastar dinero al principio.
La idea de jugar puede resultarle atractiva a mucha gente que nunca haya jugado. Incluso es posible que ni siquiera hayan empuñado una raqueta de tenis, de frontón o de squash antes. Por eso quizá aún no sepan si este deporte les acabará gustando, por lo que se recomienda no gastarse dinero hasta no estar seguro de querer seguir practicándolo. De ahí que al principio, se aconseja no tomar clases ni comprarse una raqueta cara hasta tener ciertas nociones y haber experimentado un poco en la práctica de este deporte.
Una raqueta barata, que hoy puede rondar los 30 €, será más que suficiente para iniciarse en este deporte. Para comprarse otra más cara siempre habrá tiempo y lo normal es ir adaptando la raqueta al nivel de destreza con que se va practicando el pádel. En cuanto a las clases, lo mismo, resultan bastante caras, así que sería mejor esperar a tener ciertas nociones básicas y a estar seguro de querer meterse de lleno en este deporte.
Nociones básicas.
Una vez comprada raqueta y bolas de pádel, y dentro de la pista, lo mejor es situarse enfrente de una de las paredes de fondo y comenzar a pelotear contra la pared. Al principio quizá sólo pueda golpear la bola un par de veces, pero hay que tener paciencia y perseverar. Se debe procurar golpear la bola con el centro de la raqueta. Para ello es muy importante no dejar nunca de mirar fijamente la bola, para que así resulte más fácil golpearla con el centro de la raqueta. De esta forma se obtendrá más control y se podrá dirigir la pelota en la dirección que se desee. Se deberá practicar primero con la derecha, luego con el revés. Cuando ya se dominen esos golpes, se deberá acercar un poco más a la pared y empezar a practicar “voleas”, suavemente, primero con la derecha y luego también de revés.
Estos ejercicios se pueden realizar solo, sin acompañante. Así, a base de dedicarle tiempo se empezará a mejorar en cada uno de estos aspectos del juego. Si hay un amigo o vecino que también está empezando, se pueden situar cada uno en un lado de la pista y utilizando sólo la mitad derecha o la mitad izquierda (no todo el campo, pues resultaría muy cansado) empezar a pasarse bolas por encima de la red, despacio, sin pegarle demasiado fuerte a la pelota. En estos momentos lo importante no es pegarle fuerte sino tener regularidad a la hora de pasar la pelota por encima de la red y en la dirección que cada uno desee.
Segunda fase: jugadores iniciados
Cuando se haya pasado la fase anterior y ya se sepa golpear la pelota con cierta regularidad y se esté plenamente convencido de querer seguir practicando este deporte, entonces se deberá pasar a una segunda fase. Si no se tiene ya, se debería empezar a buscar una pareja de pádel. Si no se conoce a nadie, hay muchos campeonatos cuya organización puede ayudar a buscar una pareja del mismo nivel.
En esta fase, si se desea y se tiene dinero para ello, se puede acudir a clases de pádel (disponibles en cualquier polideportivo o por Internet). En caso de no poder dar clases, se recomienda seguir jugando lo máximo posible, fijándose en cómo juegan otros jugadores más expertos. Si se puede no se debe dejar pasar la oportunidad de preguntarles por posiciones en la pista o por los golpes que se deben ejecutar en cada situación. También se recomienda ver partidos de pádel por televisión o vídeos de pádel en Internet para adquirir los fundamentos de este deporte.
El pádel no es un deporte difícil ni exigente físicamente, pero necesita dedicación y paciencia, al igual que cualquier otra actividad que se realiza en la vida. Si se siguen los consejos que en este artículo se detallan, quienes estén pensando en empezar a jugar seguro que acabarán convertidos poco a poco en buenos jugadores.
Fuente: Suite101