Este deporte es un juego de porcentajes, es decir, el que más bolas mete en el campo contrario “gana”.
Teniendo esto en cuenta, vamos a ver cómo conociendo los elementos a corregir y el orden correcto de dichas correcciones, vamos a conseguir mucha más efectividad en nuestros golpes.



LA EMPUÑADURA: lo primero es ver con qué tipo de empuñadura se está golpeando de acuerdo a la fase de aprendizaje en que uno se encuentra. Una vez que tenemos claro qué tipo toma, podremos comenzar con las correcciones.

PREPARACIÓN: es la que le da la velocidad a los golpes, por lo que si armamos muy atrás (back – swing), le pegaremos tarde a la bola.

CONTACTO: es el que define la dirección del tiro. Si golpeamos atrasado (jugador diestro) la bola saldrá hacia la derecha, y si golpeamos muy adelante, la bola saldrá hacia la izquierda. Debemos tener en cuenta que el punto de impacto ideal es entre la rodilla de la pierna adelantada y la cadera.

TERMINACIÓN: es la que le da la profundidad a los golpes, es decir, que si necesitamos que la bola “viaje mucho” debemos hacer la terminación más larga. Si frenamos el golpe después del contacto, la bola saldrá corta y sin buena dirección.

PIES: si tenemos en cuenta que la línea imaginaria que pasa por la punta de nuestros pies es la que va a marcar la dirección del golpe, podremos tener una buena referencia para comenzar la corrección. Mirando entonces la posición de nuestros pies, podremos saber el por qué de la dirección de nuestra bola.

CADERA: muchas veces golpeamos con los pies bien colocados y sin embargo mantenemos nuestra cadera de frente, con lo cual no conseguimos la dirección deseada en el golpe. El esperar la bola de frente nos da una mayor visión y seguridad para recibirla, aunque como decíamos anteriormente, a la hora de realizar nuestro golpe, la bola saldrá dirigida hacia la izquierda, a no ser que corrijamos quebrando la muñeca.

Fuente: Drop Shot